![]() Luis López
|
|
Reconocer que la victoria total contra el malware es imposible es solo cuestión de tiempo. Gobiernos y organizaciones privadas han tardado demasiado en descubrirlo, o quizá sería más apropiado decir en asumirlo. Ahí fuera hay un enemigo que es más coordinado, más ágil y cauteloso, y está mejor financiado que nunca. Pude tratarse de personas que actúan individualmente, pueden formar parte de bandas criminales, o podrían estar patrocinados por Estados, pero todos tienen las herramientas para llevar a cabo ataques combinados y organizados con un alto nivel de sofisticación como las amenazas persistentes avanzadas (APT) o ataques dirigidos. Los ataques dirigidos serán una norma en el futuro y veremos cómo los atacantes utilizarán nuevas técnicas y medios para conseguir objetivos de alto valor. En definitiva, estamos bajo la sombra de un ataque constante. Entones ¿qué hacer? ¿Cómo debemos combatir esta nueva corriente de malware que es capaz de eludir las medidas de seguridad tradicionales? ¿Por qué son tan difíciles de detectar? |
Una respuesta que podría servir para responder de forma general a estas y a otras preguntas del estilo sería “por su alto grado de personalización, pues están cuidadosamente diseñadas para tu organización”. La explicación de que los ataques dirigidos tengan tanto éxito y sean tan complicados de detectar es la siguiente:
Los CISO de las empresas, al igual que otros perfiles ejecutivos, reconocen los peligros asociados a los ataques dirigidos y están reforzando sus defensas como respuesta. Desafortunadamente, esta única acción no es suficiente. En realidad, estas amenazas se diseñan para frustrar una arquitectura de seguridad en profundidad como se describe a continuación. Fortaleciendo las defensas de seguridad existentes, añadiendo capas tácticas de seguridad, o mejorando los procesos de seguridad se puede tener un riesgo más bajo sobre todo, pero esto no será suficiente para tratar con la sofisticación y perseverancia de las APT y otros tipos similares de ataques dirigidos.
Para controlar estos ataques, las organizaciones necesitan nuevas contramedidas de seguridad especialmente diseñadas para controlar las tácticas únicas empleadas por estas amenazas. Así, las tecnologías de seguridad de los ataques dirigidos deberían:
En definitiva, se trata de tener un mayor conocimiento y claridad de la situación a través de herramientas que ayuden a monitorizar la integridad de los archivos y la información para luego actuar sobre esa inteligencia desbaratando los planes de los atacantes.
Al final todo se reduce a ponérselo tan difícil como sea posible a los ciberdelincuentes cuando quieran extraer datos de una empresa, elevando el malestar a un nivel donde ellos tengan que reconsiderar el ataque, y esto requiere un cambio de mentalidad en la mayoría de las organizaciones para lograrlo.
Si te haces socio de ISMS Forum, formarás parte de la mayor red activa de organizaciones y expertos comprometidos con la Seguridad de la Información en España.